El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha confirmado este sábado 21 casos de coronavirus a bordo del crucero 'Grand Princess', que se encuentra frente a las costas de California, después de que las más de 2.500 personas a bordo se pusieran en cuarentena tras la muerte de un pasajero.
Pence ha afirmado que el crucero atracará este fin de semana en un "puerto no comercial" y que todos los pasajeros y la tripulación serán examinados por el coronavirus. De las 46 personas que se han sometido a la prueba de coronavirus, 21 han dado positivo. De ellos, 19 personas son miembros de la tripulación y dos son pasajeros.
"Es muy probable que la tripulación haya estado expuesta a dos salidas diferentes", ha afirmado el vicepresidente de Estados Unidos, a lo que ha añadido que tienen constancia de que el coronavirus se manifestó en "pasajeros anteriores", según ha recogido el diario 'USA Today'.
Pence ha asegurado que es probable que los miembros de la tripulación del crucero realicen la cuarentena a bordo. "Haremos pruebas a todas las personas en el crucero", ha indicado.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sostenido que ha hablado con el gobernador de California, Gavin Newsom, sobre la situación. "Tuvimos una buena conversación, estamos trabajando en el crucero juntos", ha afirmado Trump, a lo que ha añadido que en el crucero se encuentran cerca de 5.000 personas.
Trump ha resaltado que Estados Unidos tiene unas cifras "muy bajas" de casos de coronavirus en comparación con otros países del mundo. "Nuestras cifras son más bajas que las de casi cualquiera", ha incidido.
El crucero, que se dirigía a Hawái, ha vuelto a la ciudad de San Francisco después de que varios pasajeros y miembros de la tripulación comenzaran a experimentar síntomas del nuevo coronavirus. El fallecido tenía 71 años y murió dos semanas después de regresar al país en el mismo barco y tras viajar a México. Se estima que unas 60 personas que viajaron con él se encuentran ahora en el crucero.
Aunque el epicentro del coronavirus está en Wuhan y la mayoría de casos se registran en China, se han detectado casos en otros países del sureste asiático, Europa, América y Oriente Próximo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia sanitaria internacional a finales de enero y ha pedido a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos.